Lo que nunca te dije, lo que no sabes de mi Es que pienso día y noche sólo en ti, Pienso en lo cálido de tu cuerpo En tus besos suaves delicados y tiernos. Todo el día paso distraído, pensando en ti En tu rostro que se clavó en mi Cada vez que te veo gravo tus gestos y les revivo uno a uno en mi lecho. Por las noches deseo y anhelo arrullarte tiernamente en mi pecho, día con día te respiro y te siento, es que te traigo aquí muy dentro. Para mi eres como cristalino manantial, de esos que existen en algún lugar, Eres agua fresca de oasis agua del Nilo o del Éufrates. Tú eres la sangre de mis venas la que me da vida donde sea, la que me mira y me paraliza la que se deslisa cual suave brisa. La que me toca el alma con una mirada la que siempre ame sin decir palabras, tan hermosa te hizo mi Señor y yo sólo deseo de tu inmenso amor. A que te podría yo semejar si no hay nada que se te pueda comparar, por ojos traes dos hermosos luceros a los cuales de un beso robar el brillo quiero. ¿Y que podría agregar a tu forma de ser? Que tienes todo lo que deseo de una mujer Eres hermosa tierna inteligente tan recatada tan elocuente, tan sincera llena de amor y ternura das sin recibir nada a quien lo procura. es por eso y muchas cosas más que mi corazón es tuyo ya, Y podría escribir mil poemas sobre ti, pero lo que importa es que me enamore. ¿Cuando nacio el amor? ¿Desde la primera sonrisa desde la primera mirada? Y por eso quise escribirte en versos aunque de ser poeta no sepa nada. Alexander Valencia Derechos reservados
Estrella mía del universo infinito te quiero decir que te necesito, acércate un poco más a esta tierra porque el amor esta prestó en primavera. Estrella hermosa, te hiciste mujer Aun conservas el brillo en todo tu ser, Un beso es una chispita de amor, Que acaricia mis labios con dulce sabor. Estás llena de ternura y fragilidad y lo más importante es tu amistad, la que me brindas en todo momento dándome el alma y el corazón abierto. Tus labios son del color del ocaso Eres atardecer fundida en mis brazos Cuando sonríes me nace ternura, y anhelo el beso de tu boca tan pura. Estrella hermosa del jardín del Señor Gracias por brindarme tu luz y tu amor Me vas alumbrando en todo el sendero Y me alientas diciendo que soy tu lucero. Alexander Derechos reservados
Amor mío hay tantos momentos del ayer
que me hacen amarte, que me hacen ver,
que tú eres la razón de mi vida, de mi ser,
que sin ti nada soy, no te quiero perder.
Perdóname porque no fui el hombre perfecto,
pero ahora soy diferente, quiero hacer lo correcto,
podríamos omitir nuestros defectos por amor,
y encauzar el futuro hacia otra vida mejor.
Déjame demostrarte cuánto es lo que te amo,
por el temor de perderte, a tu perdón clamo,
no concibo mi vida al pensar que puedo perder
el amor más bello, que en la vida pude tener.
Voy a encauzar mi vida tan sólo para amarte
y no tendrás motivos, nunca pensé en dejarte,
eres en mi vida lo más bello que Dios me dió
no me digas amor… que este amor se perdió.
Sé que la distancia nos tiene hoy separados
pero si vieras cuánto anhelo tus labios amados,
sentir la calidez de tu cuerpo en las noches
y como antes, de nuestro amor hacer derroches.
No hay error tan grande que no tenga perdón
y yo sé amada mía, que tú tienes un gran corazón,
por eso volver a tus brazos deseo y anhelo,
porque tú tienes el alma tan pura como el cielo.
Quizás nunca encuentre las palabras correctas
para decirte lo que realmente siento,
porque tú eres la otra parte de mi vida
La que me dió mi Dios por complemento.
Vuelve a mí amor
Te amo.
Alexander Valencia
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Como quisiera otra vez tener de tus besos
de esos que me curaban mil dolores,
y me refugiaban mejor que todos los amores,
de los que tuve un día,
cuando en tu boca estuve preso.
¿Qué será amor de nosotros,
hoy que traemos el corazón roto?
¿Dónde anidara este nuestro amor?
que un día fue de nuestra alma el sol,
¿A quién se lo entregaré hoy?
¿Cómo fue que dañamos esta relación?
si fuimos nota perfecta en nuestra canción,
que nos hizo danzar tantos momentos,
cuando en silencio te baje las estrellas
de aquel silencioso universo.
Tantas preguntas sin respuestas
que nacen en nuestra habitación
porque a cada uno se le fue,
los latidos del corazón,
cuando pensó, no existe el amor.
¿Podríamos sanar lo que se ha dañado?
¿Podríamos remediar nuestro pasado?
sí aun me amas y yo te amo,
¿Qué me dices si otra vez lo intentamos?
para atizar las cenizas que quedaron.
Aquí están los versos que penden
de un hilo, en el alma,
aquí están mis sentimientos
que hoy dependen de tus sabias palabras.
Alexander Valencia
Derechos reservados
