sábado, noviembre 22, 2008

Mi dulce amor



Si existe un paraíso amor... existe en ti,
en tu fértil tierra… el fruto yo comí,
suave, hermoso y aromático valle
donde nacen los besos donde no ve nadie.


En tus praderas y colinas empinadas
se formaron los besos y caricias de la nada,
y allí me quedo admirando tu atardecer,
besando tus labios rojos, me vuelve amanecer.


En tu largo y sedoso cabello como el anochecer
tengo dulces sueños, que nadie puede saber,
pensamientos dirigidos a una sola mujer, aquella...
la que me roba el corazón y mi ser.


Tierras blancas donde nace un manantial
agua del deseo que todos quieren probar,
que nadie encuentra si el amor no es real,
amor mío... amor puro amor de cristal.


A ojos cerrados, me provocas a amar
con manos trémulas, te quiero acariciar,
desde la punta de tus dedos, poderte besar
y recorrer tu cuerpo, de un punto a otro sin parar.




Melodía compuesta de largos suspiros,
hermosos son los ojos en los cuales me miro
divino el cuerpo, del fruto prohibido,
que arrullan mis brazos, que se queda conmigo.


Amor… envuélveme en tus alas
y llena mis pulmones con el aire que inhalas,
dame vida y paz en tus brazos,
quédate conmigo recorriendo la vida paso a paso.


Te amo, no porque eres la mujer perfecta
si no porque me comprendes perfectamente,
por hacerme tan feliz en lo presente y ausente,
por recorrer juntos la misma vida de siempre.


Mi paraíso eres tú, el que me dio mi Dios
por amor por fe por virtud.


Autor: Alexander
Derechos Reservados




viernes, noviembre 21, 2008

Todo lo que podriamos ser





De la nada aparece el amor, danzando en los corazones y cuando se marcha, sólo somos marionetas en rincones.

Hilos rotos sonrisas apagadas, ojos tristes labios sin palabras.

¿Dónde se fue el amor sin llevarnos? ¿Dónde están esas dulces palabras?

Sentimientos revoloteando cual si fueran mariposas de mil colores así nace el amor, pero también se nos va de flor en flor, dejando dolores.


¿Por qué mejor no somos otra cosa? ¡Menos seres humanos! para ser algo perfecto en esta tierra y por siempre amarnos.


Me gustaría ser como el cielo y tener por labios el universo, para darte abrazos de nubes y constelaciones de besos.


Quiero ser apacible y también bravío mar y tú la capitana, que en un barco de amor me puedas surcar.


¿Por qué no somos como el águila y la brisa?

que se unen en lo alto, volando despacio y sin prisa.

¿Y por qué mejor no somos opuestos elementos? yo quiero ser el fuego y tú agua mansa, que apague mis deseos.


¡Matemáticas! Punto, números y tangente, recta y curva juntándose en un punto exacto, entre tanta gente.


Hay tantas cosas que podríamos ser, menos hombre o mujer, de que sirve decir, te amo, tomarnos de la mano y mañana para siempre olvidarnos... 


Alex Vasquez
Derechos Reservados 

Mi alma






Vuela mi alma entre pendulos de amor
juega con fuego negándose al dolor,
no sabe si ya gano o es un perdedor,
mi corazón que se apega a tu calor.


A este cuerpo que camina sin razón
le hace falta el latido de tu corazón,
porque está vacío y tan frío a la vez
y se esta muriendo, porque no le ves.


Por mojar las ganas que armonizan,
jugando está la mirada ¡Sutil sonrisa!
y de tus labios tersos quiere caricias,
la boca que tiene miel y va de prisa.


¡Cofre! Tesoro no se encuentra llave,
blancas son las manos que le abren,
me enamore de ti, a nadie lo hables,
dame tu corazón para poder amarle.


Alexander
Derechos Reservados






martes, octubre 14, 2008

Mujer divina



¿Qué somos y a que me comparas cuando nos amamos?
porque tú eres para mí lo que los ángeles un día desearon,
porque tú eres la condena de los ángeles, por Dios desterrados.
Mujer, bellas son las manos del ser, que un día te crearon,
misteriosos ojos atrayentes, seductores, pasivos y amadores
los que en tu rostro las manos de Dios formaron.


Y cuando estás conmigo, me olvido de todo, ya no vivo

ya no respiro, cuando me deslizo en tu piel cuando toco
lo prohibido... cuando te amo y por ti soy querido,
ya no soy yo, soy un nuevo ser que ha nacido.
Porque es tu piel refugio de mi cuerpo,
porque son tus manos las que me suben al cielo
por eso te quiero, por eso te anhelo te amo y te deseo.


¿Por qué eres tu tan hermosa tan suave delicada

tan tierna tan entregada? ¿Por qué me amas
si son mis manos de piedra y tu rocío de la madrugada?
Y aun así, siendo tan divinamente formada, me entregas
todo tu amor, sin reprocharme nada.


Bendito amor y corazón que un día Dios te formo,

para que me amaras tan tiernamente aun siendo de piedra yo,
aun siendo tan insensible, mientras tú sabes todo de mí,
yo sólo sé que contigo soy feliz.


¿Dime tú, si los ángeles un día bajaron desde el cielo

por verte, por amarte a ti? ¿Ahora dime como yo un simple
mortal, como no puedo caer en tu hermosura, como no
puedo querer desear los besos de tu boca, que son amor
deseo y ternura?


Tú y yo somos el contraste perfecto

que encaja aun siendo incorrecto,
porque no puedo vivir sin ti, ni contigo
porque no sé si contigo muero o vivo,
no sé si amarte es bendición o castigo
la verdad no me importa nada,
sólo sé que para amarte yo vivo.


Tú eres capaz de subirme al cielo

y también eres capaz de bajarme al infierno,
¡Por qué yo soy de piedra! ¡Y tú nube de un blanco cielo!
porque yo aun siendo tan duro y creyéndome impenetrable
tú te deslizas cual gota de agua, llegando al corazón
y al alma misma, donde nadie pudo entrar antes.



Alexander Valencia
Derechos Reservados